V- EJERCICIO VISUAL
Toma una estampa expresiva. Puede ser, por ejemplo, una imagen del Señor, de María o de otro motivo. Lo importante es que refleje impresiones fuertes como bondad, fortaleza, paz, etc.
Más importante todavía es que esa estampa a ti te diga
mucho. Toma una posición orante. Haz los ejercicios de silenciamiento. Coloca
la estampa en tus manos. Primeramente, durante unos minutos, mira con serenidad
la estampa, simplemente mirar. Mírala globalmente y en sus detalles, sin
analizarla, sin pensar. Después, durante un rato más prolongado, trata de
captar como intuitivamente las impresiones que esa estampa evoca para ti. Hazlo
de manera reposada, concentrada, tranquila. Qué te dice esa figura. Qué te
evoca esa estampa.
Después, transfiérete a la estampa. Esto es, con suma
tranquilidad, trasládate mentalmente a esa imagen, como que te identificaras
con esa imagen, como si tú fueras esa imagen o estuvieses en el interior de
ella. Y así, reverente y quieto, déjate como inundar e impregnar de aquellas
impresiones que la imagen evoca para ti. Hazlas tuyas. Y así, vivamente
identificado con esa figura, permanece largo rato hecho una misma cosa con la
disposición interior de Jesús que la estampa expresa.
Finalmente, en este clima interior, trasládate mentalmente
al lugar donde vives o trabajas. Imagina situaciones difíciles y supéralas con
los sentimientos de Jesús que acabas de vivir.
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