martes, 21 de enero de 2014

La primera del 2014

Estrenamos año, y por primera vez la oración la organiza un colegio: Adoratrices. Aquí tenéis una foto




lunes, 13 de enero de 2014

Perdón por el retraso

Aquí tenéis un fragmento de nuestra última oración que nos organizó la gente del Coro Diocesano el pasado mes de diciembre en la iglesia de San Bartolomé. Si quieres conseguirla completa pincha aquí.
Míranos desde tu misericordia, Señor, y ven a nuestros países maltratados por la violencia y la corrupción. Ven y mira nuestras ciudades llenas de temor y de rejas. Nos dan miedo nuestras propias ambiciones y deseos de poder; entonces, nos encerramos en nuestros prejuicios y pequeños intereses, que esconden el dolor de las fragilidades, necesidades y dolencias que no queremos asumir.
¡Míranos desde el pesebre, Señor! Y desde aquel humilde establo pon tu corazón junto al niño que crece en el barro de nuestras poblaciones; muestra tu corazón al joven sin futuro y consumido por las drogas en las esquinas; Compadécete, Señor, del cesante violentado en su dignidad, que deambula por las calles solitario, y de tantas mujeres maltratadas que asumen con sacrificio y trabajo el cuidado de sus hogares marginados; Mira, Señor, la soledad del anciano abandonado en un asilo y acude por favor a su encuentro.
¡No, Señor! Este no es el mundo que soñaste. Por eso te necesitamos y repetimos: ¡Ven, Señor! Ven a compartir el pan que nos hace falta; ven, Señor, a devolvernos la dignidad de ser hijos de un mismo Dios, dignidad tan pisoteada por los poderes de este mundo. Ven Señor a darnos vida, y vida en abundancia.
Señor, no tenemos nada que entregarte; y, más aún, continuamente rompemos nuestros propósitos y alianzas contigo; pero sabemos, Señor, que tu generosidad sólo espera de nosotros una acogida en el que sufre y es ahí donde se produce el encuentro: Ven, Señor, y danos la gracia de servirte en el enfermo; de alimentarte, vestirte y abrigarte en el que sufre; de visitarte en la soledad de la prisión, de la enfermedad o del abandono.
¡Ven, Señor, necesitamos tanto de tu encuentro!