VIII – ORACIÓN ESCRITA
Para
momentos de emergencia, por ejemplo en momentos de suma aridez, aguda
dispersión o graves disgustos, la oración escrita puede ser la única manera de
orar.
Se
trata de escribir, sencillamente, aquello que uno quiere o quisiera decir a
Dios.
Es
uno de los medios más eficaces para sujetar la atención. Tiene, además, la
ventaja de poder orar con esas mismas palabras tiempos más tarde.