martes, 26 de marzo de 2013

Una oración para el camino

El pasado sábado, 23 de marzo, comenzamos una nueva iniciativa desde la Pastoral Vocacional de la Diócesis. "Vente y camina". Una mañana para andar por el monte y la posibilidad de encontrarnos con Él.
Aquí os dejamos una oración que utilizamos en este día, que resume muy bien, cual es nuestro deseo con esta actividad:



Tú que, sin mirar atrás, querrías seguir a Cristo, ¿te atreverás a confiar una y otra vez en el Evangelio?
¿Retomarás impulso conducido por Aquél que, sin imponerse nunca, humildemente te acompaña? Él, el Resucitado, está en ti y te precede en el camino.
¿Dejarás que deposite en lo más profundo de tu ser el frescor de una fuente, o bien, aturdido y confuso, dirás no ser digno de ser amado por Él?
Lo que fascina de Dios es su humilde presencia. Él nunca castiga, nunca hiera la dignidad humana. No tira de la soga para ser obedecido. Cualquier gesto autoritario desfiguraría su rostro. La impresión de que Dios viene a castigar es uno de los mayores obstáculos para la fe.
Cristo, “sencillo y humilde de corazón”, no fuerza nunca la mano de nadie.Si se impusiera, ¿quién se atrevería a invitarte a seguirle?
En el silencio de tu corazón, Él susurra: “no temas, yo estoy aquí”
Conocido o no, Cristo, el Resucitado, permanece junto a cada ser humano, aún sin que este lo sepa, como un clandestino.
Llega en el corazón del hombre, luz en la oscuridad, te ama como a su único, por ti ha dado su vida, ahí su secreto.
Hermano Roger de Taizé (Amor de todo amor. Las fuentes de Taizé)



No hay comentarios:

Publicar un comentario