martes, 6 de noviembre de 2012

Una experiencia especial


Si alguna vez me preguntasen si esto de la oración es algo de mayorías o de minorías, en verdad, no se muy bien cual sería mi respuesta. Quizás, antes de verano, hubiera respondido, de minorías, pero tras la experiencia de Taizé de este verano,la respuesta cambia.
Y es que, eso de estar toda una semana con un tema central: Cristo, y acompañado en todo momento por miles de jóvenes, te cambia un poco el pensamiento. Y descubres, no solo que no estas sólo, sino que la gente  joven tiene sed, sed de Dios, y sigue buscando una respuesta a su vida.

Es difícil de definir que es eso de Taizé, es complicado de explicar. Quizás porque se mezclan imágenes, momentos, sensaciones... y ponerles palabras es imposible.

Solo se me ocurre compartir unos puntos que me sorprendieron:


 Existe el silencio. Eso a lo que tenemos miedo en muchas oraciones y enseguida metemos música para cubrirlo, es  posible. Prueba: la oración de Taizé. Pese a ser popular por sus cantos repetitivos que te ayudan a entrar en oración, yo destacaría el rato de silencio que hay tras la lectura de la Palabra de Dios para poder meditarla, en silencio. Más de cuatro mil personas en una capilla, sentados en el suelo, y no se oye nada, solo silencio...



Para rezar no hay edad. Te sorprende el ver a padres que acuden con sus hijos pequeños a rezar y ves como estos entran en la dinámica de la oración. Sin dar guerra, sin moverse, dejando también que la voz de Dios vaya calando en ellos.



 La unión es posible. Ni lengua, ni confesión...son obstáculo para poder rezar todos juntos a aquel que nos une: Cristo. Momento cumbre: la adoración de la Cruz, sin prisas, en silencio, rezando todos unidos en una sola voz.


Todos cantamos bien. En Taizé todos nos volvemos políglotas, y podemos cantar en cualquier idioma, todas son comprensibles, y nadie desafina... es el milagro de Taizé, las voces se unen y desaparecen las distorsiones.

Supongo, que podría seguir con más puntos, pero no quiero aburrir, solamente invitar a que si tenéis ocasión, viváis esta experiencia. 


Aquí os dejo un ejemplo de canto, la letra: 
"Tu palabra es una lampara para mis pasos y una luz en mi camino"


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